Tres veces Berlín (Memo Anjel)
Fragmentos tomados del texto, apoyados con imágenes.
"Una ciudad, antes que edificios, parques, calles, museos, gente que mira por las ventanas etc., es un mapa mental que uno se hace de ella, en la medida en que se la camina."
Las ciudades son diferentes para cada persona, porque las ciudades se crean con recuerdos e imágenes de ellas, con la percepción y las vivencias que cada ciudadano que la camina crea en su mente habitándola de manera diferente al resto.
"Ya se sabe que para estas personas sólo hay una realidad, por lo
común la más siniestra: La de la propaganda."
Las ciudades actuales están llenas de propaganda y publicidad, debido a que el siglo XXI esta regido por el consumismo. Las apariencias y el físico son los más importante, incluso antes que la misma actitud y personalidad.
"Las calles son un bien indicativo de la gente que duerme, y la
de aquella que sale para comprobar que lo que soñó no es cierto."
Las calles son una manera de mostrarle a la gente la realidad de la vida, sin tapujos ni maquillaje. Podemos soñar mil cosas, pero a la hora de la verdad, no podemos huir de la cruda vida que se nos antepone en las calles.
"Y decir que una ciudad se entiende implica amarla y maldecirla,
confundirse en ella y escaparse para ser alcanzado."
Porque la ciudad que no se ha vivido, no puede entenderse. Y para vivir una ciudad hay que sentir primero un millón de sentimientos en ella, con ella y por ella.
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"Borges decía que las ciudades existían en la medida en que
tenían palabras para ser soñadas."
Si una ciudad no puede ser soñada, no puede existir. Las experiencias personales de los ciudadanos permiten querer más, soñar más. Porque el ser humano nunca tiene suficiente. Necesita volar para permitir que su alma respire.
"Que en los trenes uno puede dormir un buen trecho (ir a
Schönefeld, por ejemplo) mientras la ciudad transcurre sin ser vista ni
presentida. O sea que muchos de los que duermen evaden la ciudad mientras la
cruzan."
Y es que dormir no es la única manera de evadir una lacerante ciudad, porque en la actualidad, constantemente se evade la ciudad, viviendo una vida virtual inexistente, vacía y deprimente.
"Y diría entonces que este “civitófago” (supongamos que la
palabra es correcta y quiere decir devorador de ciudades), después de muchas
palabras, se va a casa y con las palabras escritas reconstruye una ciudad para
él."
Cada persona tiene una ciudad diferente en la cabeza, así sea la misma ciudad donde hemos vivido por muchos años, pero nunca nadie va a vivir la misma ciudad que otra. La ciudad es un imaginario personal de lo que se vive en un territorio.
